Una guardería propuesta en un ambiente urbano en uno de los núcleos de crecimiento norte de la ciudad de Madrid con un tejido en su mayoría, residencial. Ubicada en una de las arterias principales de este tejido, el conjunto da respuesta a generar un espacio de cobijo de los mas pequeños, su «casa grande», donde se establecerán sus primeras relaciones sociales y espaciales más allá de los muros de su hogar. Su nueva casa de juegos.

A través de la materialidad, pesadez y ligereza, así como de la transparencia y luminosidad, se establecen todos los lenguajes y conexiones con el espacio circundante. Protección, contacto, sorpresa, intuición como parte de los nuevos elementos de juegos de los nuevos inquilinos.

La propuesta surge como respuesta choque de escala entre los pequeños usuarios y el tejido en donde se ubica su nueva morada. Su «cajón de juegos» se inserta en la trama dura de la ciudad que les resulta inabarcable. Es por ello que, dichos elementos se organizan en su perímetro para que no divaguen en la amplitud de la otra escala.

Cinco familias de unidades conviven organizadas dando respuesta al programa solicitado de manera compacta y unitaria: Cajas de aprendizaje, cajas de bebés, cajas de mayores, un colchón natural de vida verde, una alfombra de juegos y por último un espacio calentito.

Un cajón de juegos que sigue una rotunda geometría organizada, cosido por un espacio intersticial social. Espacios con sensaciones lumínicas, cromáticas y espaciales cambiantes, estimulando la imaginación, la observación, el sueño y la curiosidad dentro de un conjunto neutro.

Control de esquemas opuestos donde indagar el dentro-fuera, la unidad-diversidad, lo grande-pequeño, lo abierto-cerrado, o lo transparente-translúcido…mundo de sensaciones y estímulos que descubrir en su nuevo «cajón desastre».