Como parte del conjunto de los Huertos Urbanos encargados por la Fundación Juan XXIII, se nos solicitó el desarrollo de una línea expresa de mobiliario para estas intervenciones.

Se perseguía un doble objetivo: Por un lado, dotar de identidad a los huertos, creando elementos comunes y con personalidad que hermanara las diferentes actuaciones por la Capital y las hiciera reconocibles y por otro, esta línea de mobiliario debía ser más bien un «sistema», un conjunto de elementos que, combinados de diferentes opciones, pudieran dar lugar a distintos ítems necesarios para el funcionamiento de los huertos.

Era importante que dicho sistema pudiera ser montado por los trabajadores de la Fundación, lo que obligaba a simplificar los procesos de montaje, aún tratándose de mobiliario de madera y de exterior.

El sistema propuesto resulta en una serie de piezas con una componente volumétrica clara, con vocación de ser vistas en la distancia a la vez que generan un espacio «interior», un ámbito de actuación virtualmente delimitado. Una cualidad que le asegura una fuerte presencia en aquellos entornos en los que se ubique.

El elemento más característico y el que da nombre al propio sistema son las pataXulas. Dos listones de madera en forma de X que configuran el apoyo de los diferentes elementos de la propuesta – mesas de cultivo, trabajo y bancos – y cuya altura le permite a la vez cumplir una función de anclaje para elementos de sombra o iluminación.